Te imaginas lo maravilloso que sería el mundo si lo pusiéramos en practica y nuestra manera de amar fuese así de incondicional y generosa. No habría violencia al interior de los hogares porque nadie sentiría la necesidad de someter a su pareja a través de la violencia porque tendría muy claro que su mujer tiene los mismos derechos que él, que no es de su propiedad sino su compañera.
Los invito a pensar en esto.
Besitos.
Jenny
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