porque cada vez que recordamos, rabiamos o sufrimos por el daño que nos hicieron es como seguir poniéndole limón a la herida y esto impide que cicatrice.
Cuando perdonamos de corazón soltamos a esa persona y la dejamos ir de nuestra mente y le dejamos toda la pena y el dolor que nos causó a Dios. No se imaginan el alivio que se siente. Sé muy bien que es difícil hacerlo porque mientras más grande es el daño más difícil se hace perdonar pero es muy necesario por nosotr@s porque para sanar nuestra alma necesitamos limpiarnos de esa rabia y ese dolor que nos marcó. Una vez que lo hacemos es un renacer que Dios nos da porque él a través de su amor nos restaura y al llenar nuestro corazón de su amor, Hemos cambiado algo que nos destruía por dentro por un sentimiento altamente positivo como es el amor a Dios. Así tendrás un nuevo comienzo. Un nuevo despertar.
Pruébalo porque es altamente sanador.
Dios te bendiga.!
Jenny
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