La depresión muchas veces tiene raíces en nuestro pasado y necesitamos cerrar ese c´rculo por nuestro propio bien..

Quizá la persona que nos dañó ya no forma parte de nuestro presente y lo mejor que podemos hacer es perdonar y dejarle a Dios lo demás. Con el simple hecho de decir yo te perdono algo mágico ocurre dentro de nosotr@s porque nuestra alma comienza a limpiarse de aquellos malos sentimientos que nos atormentaban y da paso a nuevos sentimientos, nuevas emociones y comienza a llegar la paz porque has confiado en Dios y el sana nuestras heridas.
Cuando yo lo hice y comencé a bendecir a mi agresor las cosas comenzaron a mejorar para mi y hoy puedo escribir de ello pero ya no siento el dolor y la rabia que  sentía antes me libere de eso.
Hoy puedo decir que soy feliz junto a mis hijos y aprendí a vivir un día a la vez agradeciendo y valorando cada bendición que Dios nos da.
Pruébalo y cierra círculos. Verás como entra el sol a tu vida y aparecen nuevas oportunidades.
Dios te bendiga.!
Jenny